El Presidente Alvaro Colom terminó el año declarando el estado de
sitio en el empobrecido departamento de Alta Verapaz en el norte-centro, una
medida ubicada en segundo lugar por su severidad, solamente ante la declaración
de guerra, es una medida sin precedentes como un medio de recuperar ciudades
bajo la influencia de traficantes mexicanos de drogas. La medida, que suspende
las garantías constitucionales, y que fue acompañada con el despliegue de 500
soldados y funcionarios de la policía, no sólo destaca la extensión del problema
del crimen organizado en Guatemala, sino que sirve como la última instancia de
la creciente dependencia de Colom de los militares, para imponer la ley y el
orden, y que se distancia de los propósitos y objetivos de los Acuerdos de Paz
de 1996.End of preview - This article contains approximately 1331 words.
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