El federalmente gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) arrasó el 6 de julio en las elecciones en el norteño estado de Coahuila y en el costero estado Pacífico de Nayarit. Estas elecciones fueron ampliamente consideradas como un pre-calentamiento para las elecciones para renovar la cámara federal de diputados y en 17 de las 32 entidades federales de México en julio del 2015. Sin embargo, la oposición habrá obtenido una medida de satisfacción por la adopción de la reforma político-electoral por parte de los dos estados últimos estados que restaban adoptarla, Jalisco y Nuevo León. Su esperanza, probablemente errónea, es que esta reforma marcará el comienzo del fin en el dominio del PRI a nivel estatal.End of preview - This article contains approximately 678 words.
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