El Presidente Lula ha esquivado las recomendaciones del Tribunal de
Contas da União (TCU), el supervisor independiente de las cuentas del gobierno,
para permitir que los fondos públicos fluyan a proyectos que están siendo
llevados a cabo por la empresa de energía controlada por el estado, Petrobrás -a
la que el TCU tiene trabada debido a irregularidades contables. Este es el
último choque entre el TCU y Lula, que acusó al cuerpo de “causar pérdidas" a
Brasil paralizando los proyectos del gobierno. La oposición arguye que al eludir
al TCU, Lula está llevándose por delante a las instituciones democráticas de
Brasil con fines electorales.End of preview - This article contains approximately 759 words.
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