El ministro de trabajo, Carlos Lupi, y un asesor del ministro de
justicia, Tarso Genro, anunciaron durante el Foro Social Mundial en Porto
Alegre, que el gobierno propondría un cambio en la ley para volver compulsivo
que las compañías en Brasil compartan el 5% de sus utilidades entre los
empleados. Luego Genro dio marcha atrás y declaró que la propuesta era
“solamente un estudio", para evitar que el gobierno se vea envuelto en una
controversia antes de las elecciones generales de octubre. Sin embargo, desde
dentro del gobierno, algunos han dicho que la propuesta estaba bastante avanzada
y que tenía, significativamente, el entusiasta apoyo del Presidente Lula da
Silva.End of preview - This article contains approximately 723 words.
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